jueves, 9 de junio de 2011

UNA MIRADA AL MUNDO INTERNACIONAL CONTABLE DESDE LA ÉTICA EMPRESARIAL Y PROFESIONAL.

 3.1 El panorama financiero y contable internacional actual.
Una crisis sólo comparable a la de los años treinta viven los países que detentan el poder del gran capital. Negros nubarrones que anuncian depresiones económicas y quiebras empresariales amenazan la actividad bursátil. Los indicadores financieros muestran una tendencia descendente desde hace meses. ¿Qué es lo que está pasando en los mercados financieros que se mueven a través las bolsas de valores más representativas del mundo? ¿Cuál es el fenómeno causante de este anómalo comportamiento que está ocasionando el nerviosismo y el pesimismo en uno de los bastiones del capitalismo financiero, como es el mercado de valores? Están cuestionados los directivos empresariales de importantes consorcios de la industria y del comercio; también los están los auditores, lo que ha llevado a la crisis y liquidación de una de las más tradicionales firmas de auditoría, la Arthur Andersen; aparecen cuestionados los políticos con el mismo presidente Bush a la cabeza; en fin, el propio sistema capitalista parece entrar en crisis. Pues el fenómeno está causado por una crisis de confianza en los informes y mensajes contables que sirven de base para la toma de decisiones a la hora de invertir en valores bursátiles y a la hora de realizar grandes operaciones financieras. Si aceptamos esta hipótesis habría de preguntarse, en consecuencia, ¿por qué los informes y mensajes contables no son dignos de la credibilidad acostumbrada? ¿quién está detrás de este fenómeno? ¿a quién favorece tal comportamiento? ¿hay una propuesta para su solución? ¿cómo nos afecta esta situación a los países subdesarrollados como Colombia?
Hagamos un recorrido por algunas de las últimas noticias producidas por las agencias internacionales de noticias y publicadas en los diarios, para hacernos una idea más cercana de este preocupante asunto y, a partir de allí, proponer otras hipótesis sobre las causas primeras o nodales que han motivado este fenómeno que afecta profundamente el papel de la contabilidad como disciplina y de la contaduría pública como profesión y que intentan responder a las preguntas arriba realizadas.
Mercados mundiales en estado de alerta: (Resumen de varias agencias) “Los recientes escándalos de manipulación de balances de compañías como WorldCom y Xerox, sumados a las anteriores irregularidades de Enron, Tyco, el grupo de comunicaciones Global Crossing y el operador de cable Adelphia, además de las sospechas de irregularidades contables en empresas de Europa tienen a los inversionistas de Wall Street con los nervios de punta”. ... “Aunque la Bolsa de Nueva York registró ayer una leve recuperación, los inversionistas están alerta por lo que sucederá en los próximos meses si se confirman las sospechas de que las irregularidades contables de grandes corporaciones empresariales están hasta ahora comenzando a aparecer.” ... “ El martes pasado, el Nasdaq cayó a su nivel más bajo en los últimos 5 años. Además, la Bolsa de Londres registró pérdidas ese día por más de 50.000 millones de euros, lo que fue entendido por los analistas internacionales como el contagio del nerviosismo bursátil que se vive en Wall Street. La caída de las bolsas europeas se presentó tras el escándalo contable de la empresa francesa de comunicaciones Vivendi.” ... “Robert Kerr, del Bank of América, consideró que los temores sobre la contabilidad de los grupos era ‘como la jarra de Pandora, que una vez abierta, uno no sabe muy bien cómo y cuando se volverá a cerrar... y al fin y al cabo todo puede convertirse en una historia contable.” (Portafolio, 4.07.02).
Empresas le producen ‘mala espina’ al mercado bursátil: (Resumen de varias agencias). “El Dow Jones se desploma por debajo de 9.000 puntos. El temor porque se sigan registrando escándalos contables en las empresas de Estados Unidos ha llevado al mercado bursátil por niveles cercanos a los registrados el 11 de septiembre.” El artículo hace referencia al fracaso de los anuncios de Bush por tranquilizar los mercados financieros, cuando anunció que buscará aumentar las penas a los delitos financieros y a crear una fuerza especial para combatir esos crímenes. El nerviosismo bursátil, dice el artículo, se ha acentuado por los anuncios de investigación por oficinas de la justicia o que han sido denunciadas por diversos organismos, por irregulares manejos, a diversas empresas como Qwest, Johnson & Jonson y General Motors.” (Portafolio,11.07.02)
Desplome bursátil: Con este título aparece en artículo de la agencia de noticias Efe y dice así: “Las principales bolsas del mundo registraron la mayor caída de los últimos meses tras la negativa reacción de Wall Street a los anuncios del presidente Bush para castigar los delitos financieros, y por el nerviosismo de los inversionistas ante la aparición, cada vez más frecuente, de escándalos por manipulación de la contabilidad de la empresas. Por primera vez en muchos meses, el miedo comienza a rondar por Wall Street de la mano de las últimas caídas, que han llevado a los mercados a niveles no vistos desde septiembre del año pasado”. ... “La crisis de confianza de los inversores desatada por los escándalos contables en E.U. golpeó ayer otros mercados. La bolsa de Londres se desplomó hasta su nivel más bajo desde 1997” .... “Por su parte la bolsa de París cerró a la baja por cuarta jornada consecutiva al perder 3,95%, y se situó en el nivel más bajo desde el 29 de octubre de 1998.” ... “En Frankfort el derrumbe de las acciones del fabricante de software SAP tras revisar a la baja la facturación contribuyó con el descenso de 1,7 %, hasta los 4.118,5 puntos, del índice DAX. La bolsa de Madrid sufrió la reacción de las bolsas internacionales que provocaron el segundo mayor descenso del año, un 3,15%, y un nuevo mínimo anual de 694,67 puntos. Tokio registró un retroceso de 2,48 % gracias la firmeza del yen frente al dólar, que reduce los beneficios de los exportadores japoneses”. (Portafolio, viernes 12.07.02).
Los párrafos anteriores son una mínima muestra de cómo las agencias internacionales de noticias están registrando el comportamiento de las bolsas de valores y de las posibles causas de las irregularidades. Se explica la debacle por la duda fundada en las informaciones contenidas en los estados contables de grandes corporaciones cuya incidencia en los mercados financieros es significativa. Las cifras contables, se ha reconocido, han sido manipuladas por los responsables de llevar la contabilidad, pero ellos no están solos, detrás de ellos aparecen los altos ejecutivos de las empresas, los miembros de los consejos de administración y, también aparecen comprometidos, los auditores, generalmente pertenecientes a las grandes firmas de auditoría que son las cuidadoras de los capitales de las empresas transnacionales en todo el orbe, y otros personajes como analistas financieros, agentes de bolsa, inversionistas y políticos, son los otros eslabones de esta cadena de corrupción.
Lo anterior quiere decir que la crisis es causada inicialmente por anomalías de índole contable. Ello debe preocupar profundamente a los contables. Contadores, auditores, contralores, revisores fiscales, hoy están en la palestra pública. Su actuación está en tela de juicio, según los titulares de prensa de las más reconocidas agencias de noticias y según los voceros económicos de todo el mundo. Sin embargo el problema es más profundo. La alteración de las cifras contables denota una actitud de todos los implicados, contadores, auditores, directivos, mánagers y, hasta políticos, de que algo anda mal al interior de las empresas y, más allá, al interior del sistema económico. Esto nos lleva a una nueva pregunta. ¿Podremos decir que estamos ante una crisis de la ética del sistema capitalista?
Veamos algunos contenidos de prensa que ratifican el sentido de los referenciados antes, en primer término de denuncia de las irregularidades contables y financieras, y en segundo lugar, de reclamos de comportamientos éticos y de medidas de corrección de las anomalías, apareciendo siempre en el ojo del huracán, los profesionales contables y las permisivas normas de contabilidad y de auditoría, comprometidos tanto en la elaboración de la información como en la labor de control:
Enron pagó millones de dólares antes de la quiebra. Veredicto contra Andersen debería acelerar investigación a energética texana. (Agencia AFP). “Enron anunciaría que pagó 680 millones de dólares en efectivo y títulos a 140 de sus altos dirigentes en momentos en que preparaban en el plano jurídico su quiebra, anunció ayer el diario de Wall Street Journal. ... Ningún responsable o exejecutivo ha sido arrestado o inculpado a pesar de la gravedad del caso. Este ha costado miles de millones de dólares a los ahorristas, principalmente a los asalariados, cuyos ahorros para la jubilación se esfumaron, y reveló que una de las 10 mayores empresas estadounidenses podía durante años manipular su contabilidad en total impunidad. ...” . ( Portafolio, 25.06.02)
WorldCom, otra fábrica de hacer millones contablemente: (Agencias Efe-AP). “La corporación WorldCom, la segunda telefónica de Estados Unidos, reconoció que fabricó millones de dólares en beneficios en los últimos ejercicios, al contabilizar irregularmente ciertos gastos. WorldCom, dueña de MCI, la segunda empresa del país de telefonía a larga distancia, anunció que más de 3.000 millones de dólares en gastos incurridos en 2001 y 797 millones de dólares en el primer trimestre de 2002, cuando afirmó haber tenido ingresos por un valor conjunto de 1530 millones de dólares, que ahora reconoció son falsos. ... La firma contable Arthur Andersen, la misma que fue encontrada culpable de obstaculización a la justicia en el caso Enron, era la responsable de supervisar los estados financieros de WorldCom hasta mayo cuando fue sustituida por KPMG International. Los analistas explicaron que el caso, una de las mayores revisiones contables de la historia económica, probablemente obligará a la bancarrota de WorldCom y podría producir una crisis en el ya debilitado sector de las telecomunicaciones de Estados Unidos.” (Portafolio, 9.07.02)
Crece ‘bola de nieve’ de los escándalos contables. Merck registró ventas de 14.060 millones de dólares que nunca tuvo. (Agencia Efe). “La farmacéutica Merck se convirtió en la última empresa estadounidense en sumarse a la lista de compañías envueltas en escándalos contables, al anunciar que contabilizó como ventas unos 14.060 millones de dólares que nunca existieron. ... Esos ingresos corresponden a los pagos complementarios que los clientes de Medco Health Solutions, una firma que administra beneficio farmacéuticos propiedad de Merck, hacía a las farmacias cada vez que compraban un medicamento. Estos pagos, que por lo general oscilaban entre 10 y 15 dólares por cada prescripción, eran recibidos por cada farmacia y nunca llegaban a las arcas de Medco, pese a lo cual esta empresa los contabilizaba como ingresos. Luego la empresa descontaba los mismos como gastos de operaciones, por lo que al final no se registraban cambios en los beneficios netos de la compañía. Merck señaló que tal procedimiento cumple con las leyes generales contables y que ni SEC ni la empresa están investigando el caso ya que no creen que se trate de una operación ilícita. ... expertos aclaran que el hecho de que los ingresos de Medco parezcan mayores a los reales mejora la posición de la empresa para negociar con sus proveedores. ...” (Portafolio, 9.07.02)
AOL entra al club de la Contabilidad sospechosa. (Agencia AFP). “El gigante estadounidense de los medios AOL Time Warner, sacudido por diferencias internas y víctima de un clima económico difícil, se encuentra acusado de haber manipulado su facturación y anunció ayer la partida de su número 2 Robert Pittman. En su portada el diario The Washington Post afirma que AOL habría inflado en al menos 270 millones de dólares su facturación publicitaria entre los años 2000 y 2002....” Rechazo de la empresa: La información de The Washington Post fue desmentida con fuerza por el grupo de medios. El manejo contable ‘fue apropiado y de acuerdo con las normas’, dijo John Buckley, vicepresidente ejecutivo del grupo, encargado de la comunicación, en una nota. Buckley recusó las afirmaciones del Post, según las cuales esas manipulaciones permitieron a AOL alcanzar, e incluso superar, las expectativas de Wall Street, en un momento en que un resultados incluso ligeramente inferior a las previsiones de los analistas podía provocar la caída brutal de una acción....”(Portafolio, 16.07.02)
Desmaquillan a Wall Street. Una crisis ética sacude el mercado de capitales más importante del mundo. Inversionistas aseguran que todos los balances están maquillados. “En Wall Street no hay un balance que no esté maquillado. Esto es lo que piensan hoy los inversionistas de todo el mundo. El fraude contables de WorldCom y ahora de Xerox desató el pánico y puso un manto de duda sobre el templo del capitalismo mundial... La confianza, junto con el precio de las acciones, se desplomó e hizo estallar una crisis ética que tiene en la mira a los más prestigiosos empresarios y firmas auditoras de Estados Unidos. Y no es para menos, en apenas una hora los propietarios de bonos de WorldCom perdieron 7.300 millones de dólares el pasado miércoles y sus accionistas tuvieron que ver cómo se les esfumaba más de 80.000 millones de dólares de sus bolsillos, pues la acción de la compañía cayó 88%, al derrumbarse de 62 dólares a 23 centavos de dólar..... Pero lo que más tiene preocupado al gobierno de los Estados Unidos es la pérdida de credibilidad en el mercado financiero más grande del mundo y los efectos que obligatoriamente traerá para Londres, Tokio, Madrid, Sao Paulo, entre muchos más.” ( El Espectador. 30.06.02).
Xerox toma la bandera de los escándalos financieros. (Agencia Efe). “El fabricante de fotocopiadoras y servicios para oficinas Xerox reconoció que contabilizó equivocadamente ingresos por cerca de 2.000 millones de dólares durante los pasados cinco años (1997-2001). ... La comisión del Mercado de Valores de E.U., SEC, estimó en abril que la cifra sería de unos 3.000 millones para el periodo comprendido entre 1997 y 2000, y, según el diario, incluyendo el 2001, ascendería a los 6.000 millones. Inmediatamente las autoridades reguladoras de Wall Street suspendieron la cotización del valor, que el jueves cerró a 8 dólares por debajo de su máximo de 11. ...” (Portafolio, 1.07.02)
Hasta aquí hemos visto a través de los artículos de prensa como en los medios financieros se debate el tema, plano en el cual aparecen implicados los contables como autores de los informes que manipulando las cifras de ventas, registrando ingresos inexistentes, trasladando costos a los activos, ignorando gastos, entre otras trampas, hicieron del panorama financiero real de las empresas donde trabajan, un cuento de hadas, para forzar al alza el valor de sus acciones y así favorecer a ciertos personajes que con información privilegiada se volvían ricos de la noche a la mañana, en algunos casos dejando en la ruina a otros accionistas, como en el caso de la Enron, quienes al no estar enterados de la verdadera situación de las empresas perdieron los ahorros de toda la vida. Cuando un directivo empresarial está en poder de acciones, que las recibe en contraprestación a sus servicios laborales a la empresa, trata de valorizarlas, y ahora, parece que la nueva moda no es a través del trabajo arduo mediante el cual se posiciona la empresa, sino por el camino fácil, a través de la manipulación de las cifras contables cuyo resultado ellos conocen con antelación lo que les permite operar con ventaja. Ello les posibilita lucrarse en condiciones desiguales frente al inversionista medio bursátil, objetivo primordial del enfoque regulativo estadounidense actual contenido en el programa FASB. En tal sentido los artículos de prensa denuncian las actuaciones de consejeros, directivos y gerentes de las grandes corporaciones comprometidas en los escándalos.
Opciones son la mitad de los salarios de directivos. (Agencia Efe) “Actualmente las opciones representan más de la mitad de las remuneraciones de los presidentes de las grandes empresas estadounidenses, que son, en su mayoría, los mejores pagos del mundo. Limitadas al comienzo a las firmas de la nueva tecnología, las opciones se generalizaron poco a poco a todos los sectores. Para las 2.000 empresas más grandes de Estados Unidos, el monto de las opciones se elevó en 2000 a 162.000 millones de dólares contra sólo 50.000 en 1997, según la firma de corretaje Sanford Bernstein. ‘Lo que comenzó como una forma de buena gestión se reveló en varios casos como un nuevo instrumento que permite el vaciamiento por parte de altos dirigentes empresariales de la riqueza de los accionarios’, explicó Jonathan Cohen, de la firma JHC Capital. El grupo de corretaje de energía Enron y el gigante de las telecomunicaciones WorldCom en el centro de los mayores escándalos, se mostraron particularmente generosos en la distribución a sus dirigentes, de las opciones. ... A pesar de la multiplicación de los escándalos y la advertencia lanzada por las autoridades de que perseguirán a los corruptos, ninguna reforma está en vista para las opciones. El martes de la semana pasada, en su discurso en Wall Street, el presidente Bush no abordó a fondo la cuestión y se contentó con proponer que los programas de opciones de compra de acciones sean aprobados por los accionistas.” (Portafolio, 17.07.02).
Opciones sobre acciones y manipulación contable. (Agencia Efe). “Las opciones de compra de acciones otorgan a un directivo de una empresa el derecho a adquirir acciones a un precio determinado de antemano. .. Para atraer a los mejores equipos dirigentes, las empresas otorgaron en los años 90 contratos maravillosos que ahora deben honrar, aunque sus actuaciones se deterioraron fuertemente. Peor aún, el sistema creado en un principio para vincular los salarios con los resultados de sus empresas puede propiciar la manipulación contable, subrayan sus detractores, pues les permite reducir fuertemente sus impuestos, porque se pueden deducir tasas de las opciones de compra de acciones. Además, a diferencia de los salarios y otras primas, las opciones de compra de acciones no son consideradas gastos y, por lo tanto, no son restadas de los beneficios. Si éstas estuvieran incluidas en los resultados financieros, las empresas verían bajar sus beneficios. ... Los directivos que compraron opciones tienen interés en que las acciones de las empresas en las que trabajan aumenten lo máximo posible, porque ellos las adquieren a un costo fijado de antemano y por lo tanto más bajo.” (Portafolio 17.07.02).
Frente a este escandaloso panorama comienzan a aparecer posiciones críticas del actual sistema normativo que marcha hacia la desregulación financiera, administrativa, contable, etc., pues el proceso de globalización exige que sean eliminadas las barreras que impiden el libre tránsito de la riqueza y, por supuesto, de las acciones que posibilitan su creación, cual es la actividad empresarial. Naturalmente que la tan reclamada desregulación no es un alternativa muy clara y parece que no muy conveniente para todos los afectados. Es así como el endurecimiento de regulaciones de inmigración es la tendencia actual de los países del primer mundo hacia los inmigrantes del tercer y cuarto mundo, quienes desesperados por la situación de miseria de sus países tratan de aruñar aunque sea las sobras de los privilegiados habitantes de los países desarrollados. Y no es el único caso. Estados Unidos no duda cada que ve en peligro la estabilidad de sus empresas en protegerlas con altos aranceles a las importaciones y en penalizaciones a las empresas o países que atenten contra sus políticas proteccionistas. Igual política desarrollan los países de la Unión Europea. Por supuesto que no dudan en reclamar la desregulación de toda la actividad económica de los países que de alguna forma dependen de sus compras y ayudas financieras. Tal es el caso del ALCA, ya comentado en el acápite segundo de éste material. En este sentido crítico de la desregulación de algunos sectores y de las propuestas de normatización de otros, veamos algunos artículos de prensa.
Por la desregulación. “Otra característica de las empresas que se encuentran en el corazón de los casos escandalosos es que pertenecen en su gran mayoría a dos grandes sectores de actividades, en los que la desregulación fue más fuerte: la energía y las telecomunicaciones. Como WorldCom, que aprovechó de lleno el plan de reestructuración de las telecomunicaciones, Enron es el prototipo del beneficiario de la desregulación, logrando transformarse en pocos años en el número uno mundial del corretaje en energía. Estados Unidos, donde los escándalos amenazan incluso la recuperación económica, paga entonces la factura de los excesos de fines de los 90, pero este fenómeno no es realmente nuevo. El estallido de la burbuja de Internet y de las nuevas tecnologías, que comenzó en marzo de 2000, es actualmente considerado como uno de los principales factores de la desaceleración del crecimiento económico estadounidense a fines del año 2000 y que se transformó en recesión en 2001. Este fenómeno afectó de lleno a toda la industria estadounidense, que comienza apenas a salir de su letargo.” (Portafolio, 17.07.02)
Mercado y regulación: “A lo largo de los años noventa, mientras la economía estadounidense creció de modo consistente, con baja inflación y bajo desempleo, se infló la burbuja de expectativas por las empresas de nuevas tecnologías por encima de sus valores reales. Cuando vino la recesión se puso en evidencia que había un desfase entre las cotizaciones y la consistencia real de las empresas. Los manejadores contables se dedicaron a maquillar los balances y a ocultar las realidades, pero el mercado es implacable y al hacerse insostenible la ficción llevó al colapso a las empresas mencionadas y, con ello, la credibilidad en las empresas, en las firmas de contabilidad y en la confiabilidad del mercado accionario. ... La creencia dominante de los años noventa reposaba en la confianza en la capacidad de autorregulación que posee el mercado para corregir los desequilibrios. Pero el descubrimiento de tantos fraudes y delitos contra la transparencia en los negocios están causando tan severo daño a la continuidad del crecimiento que parece estar de vuelta un reconocimiento de la conveniencia y necesidad de la acción reguladora del Estado.” (Portafolio,22.07.02)
En este mismo sentido de reclamar mayor control por parte del Estado de las operaciones financieras para rescatar el nivel de confianza en los directivos empresariales, en los informes contables y financieros, y, en general en el sistema de libre mercado, se pronuncian diversos actores, tanto en el plano internacional como local. La pérdida de credibilidad de los directivos está llevando a una crisis sin precedentes en los últimos años, para algunos tan solo comparable con la que se vivió en los años 30 con la ‘Gran Depresión’. El pesimismo invade los mercados financieros no solo estadounidenses sino del mundo en general. Se ha deteriorado un valor fundamental del libre mercado cual es la confianza. Dentro de tales actores y con creciente asiduidad ha aparecido el presidente Bush, como mensajero del establecimiento, anunciando una serie de medidas de control y de castigo para los infractores. Presentó un conjunto de propuestas para tratar de atajar la ola de escándalos financieros que han sacudido a Estados Unidos. Como parte de la iniciativa pidió que se dupliquen las penas de prisión por fraude postal y telegráfico a 10 años, y sentencias más largas por fraudes cometidos por funcionarios corporativos. También firmará una orden por la cual se creará una fuerza especial para investigar fraudes empresariales. Igualmente está solicitando que los mercados de valores requieran a las empresas que sus consejos de dirección, que supervisan a ejecutivos, sean realmente independientes y no tengan relación material con la compañía. Complementa sus sugerencias solicitando que las compañías aumenten su responsabilidad y no concedan préstamos a directivos y que los ejecutivos expliquen a los accionistas cuál es su salario y sus paquetes de compensaciones, que a menudo incluyen acciones, préstamos ventajosos y otras prerrogativas.
 Sin embargo el ambiente de inseguridad continúa, ya que, consideran algunos, el presidente Bush es el menos indicado para adelantar esta campaña de moralidad puesto que él, hace una década, cuando era directivo empresarial se lucró de esas mismas actividades que hoy han puesto en crisis al sistema económico financiero estadounidense. Un titular de prensa se refiere a esto de la siguiente manera:”Bush y los escándalos:¿puede el ratón cuidar el queso?” Los escándalos llevan al capitalismo de nuevo a un Estado interventor, pero el mensaje no está dando el resultado esperado. ‘El nuevo tono de Bush no es de integridad, sino de permisividad... En este gobierno no necesariamente se desaprueba el hecho de que un individuo se enriquezca mientras su negocio se va a la quiebra.’ (Joshua Green en The Washington Monthly). ‘Esa pose de honradez de Bush peca de surrealista, dada la manera en que importantes funcionarios, como el secretario del ejército, Thomas White, el vicepresidente, Dick Cheney, y el propio Bush hicieron fortuna’ (Paul Krigman, en The New York Times).
No hay duda que los reclamos se dirigen a que se incremente la regulación en un ambiente turbulento en que la falta de controles dotó de patente de corso a todo aventurero inversionista, que desde posiciones privilegiadas, como directivo o ejecutivo empresarial apostaba sobre seguro y hacía fortuna a costa de los accionistas comunes y corrientes y de otros vinculados a las corporaciones como los proveedores y los trabajadores, quienes ante una quiebra de la empresa se veían despojados de sus patrimonios sin derecho a reclamo, puesto que estaban jugando un juego donde las reglas eran precisamente la ausencia de ellas.

3.2 La necesidad de volver a los fundamento éticos.
“El péndulo se mueve hacia el control. EE.UU. reacciona ante los abusos corporativos.” titula un artículo del Wall Street Journal Americas de 10.07.02; Capitalismo y juego limpio. ¿Hacia el regreso de una mayor acción reguladora del Estado? Titula otro artículo del lunes 22 de julio de 2002 en Portafolio. La orientación más recurrente es la de adoptar normas que impidan que las grandes corporaciones estadounidenses y, de contera, las más importantes empresas del mundo, se conviertan en cotos de caza donde impere la ley del más fuerte, como en el tiempo de los bucaneros. Ya se ha visto como la autorregulación, tan defendida desde los estrados neoliberales del modelo único, no es ninguna garantía de transparencia y, a la larga, de seguridad del propio sistema capitalista de libre mercado. Cuando estas circunstancias de corrupción y de atropellos se convierten en el diario acontecer del alma del sistema, como hoy se presenta en los estrados más significativos y representativos como son los principales mercados de valores del mundo, es necesario un viraje hacia los fundamentos, un regreso a los principios del sistema para ver si éste tiene salvación.
Desde hace aproximadamente 25 años el mundo capitalista, liderado por Estados Unidos, se dejo arrastrar al mundo autorregulado, pero no del fundamentado en los sólidos principios puritanos y de la ética protestante que guió a los primeros burgueses que se aventuraron a construir fortuna basados en un comportamiento prudente, reflexivo, circunspecto, mediante el cual exaltaban el trabajo honesto, la búsqueda de la ganancia justa que recompensara sus esfuerzos. Por el contrario la ruta escogida se dirigió por los dictámenes de los ‘nuevos caballeros de fortuna’, delincuentes de cuello blanco, prototipo del ejecutivo exitoso del mundo financiero, a quien se le reclama que si tiene oportunidad de volverse rico, sin importar los medios, la aproveche, pero que no haga el ‘oso’ de aparecer comprometido en un escándalo y salga igual de pobre que cuando entró como ejecutivo de la corporación. En este ámbito se perdona ser ladrón pero no bruto o ingenuo.
Volver a los fundamentos éticos nos da la oportunidad de esclarecer cuales son los propósitos de los sistemas políticos y económicos, y de orientar acciones tendientes a eliminar comportamientos anómalos cuya presencia producen efectos nocivos para los conglomerados sociales, sobre todo para aquellos que dependen de las decisiones de los directivos políticos y empresariales, que son la mayoría de los miembros de la sociedad. Asimismo nos permite determinar cuál es el papel que juega, así sea en principio, un comportamiento ético de una empresa, de un profesional, o una orientación ética de una regulación. En la medida en que adoptemos una ética que dé cuenta de la búsqueda del bienestar para la mayoría, estaremos negando la conveniencia de la adopción de éticas polivalentes, a la luz de cuyos postulados cualquier comportamiento es defendible y conveniente para el sistema político-económico.
En tal sentido, en un acápite titulado ‘la eficacia del capitalismo democrático’ nos dice Adela Cortina[9] : “En los últimos tiempos un nutrido número de pensadores y dirigentes del mundo económico y político insiste igualmente en que el capitalismo no puede subsistir sin una moral adecuada, porque la integración social exige un arraigado sistema moral (una coherencia moral), que no pueden sustituir ni el control político-jurídico ni la ingeniería social. Este sistema de valores morales ha ido evolucionando históricamente desde el puritanismo inicial al hedonismo y el consumismo, causantes de las crisis actuales, y es hora de destacar las aportaciones éticas que le son inherentes y que van estrechamente ligadas a sus logros históricos. ... el capitalismo democrático configurado por la economía de mercado, la democracia política y el pluralismo cultural, ofrece la mediación más adecuada para resolver los problemas económicos y políticos básicos (pobreza, eficacia, bienestar y libertad) y, por tanto, que goza de una innegable superioridad moral frente al colectivismo e incluso frente a ciertas ofertas de ‘socialismo democrático’, que en bien poco diferirían del capitalismo democrático. El núcleo moral de este capitalismo, corregido en sentido reformista, consiste en una ética que defiende la autonomía individual como exigencia de la libertad, unas instituciones que aseguren la integración en la modernidad capitalista (estructuras intermedias de la sociedad civil), entre las que destacaría la empresa, y en la creación desde esas estructuras intermedias de un nuevo ‘hogar público’, capaz de integrar vital y profesionalmente a los seres humanos de las sociedades modernas avanzadas.”
Complementariamente a estas ideas que nos presentan una posibilidad de desarrollo dentro del capitalismo, bastante diferente al comentado en páginas anteriores, aparece la propuesta del capitalismo social y el management comunicativo[10]. Está fundamentado en la ética discursiva, que pretende transformar la racionalidad económica por medio de la racionalidad comunicativa; intenta corregir el desarrollo económico sistémico desde la perspectiva del ‘mundo de la vida’ e impulsar así una nueva transformación social del capitalismo, una economía social, desde un nuevo fundamento normativo, no utilitarista ni contractualista, sino discursivo, entendido en la práctica como control democrático por parte de los afectados. Está orientado a mediar entre los aspectos normativos y los fácticos, entre las ideas regulativas y las propuestas de acción pragmáticamente realizables, porque las ideas regulativas indican perspectivas metódicas de progreso económico-social, que van más allá de lo factible inmediato, pero que no han de considerarse extrañas al mundo, sino más bien fuerzas innovadoras de progreso histórico.
No se nos escapa que estas propuestas de tipo innovador y, si se quiere, revolucionario que pretenden darle al sistema capitalista una nueva orientación de cara a la solución de los problemas sociales producidos por la distribución inequitativa de la riqueza, son para muchos, planteamientos utópicos, ya que hablar de capitalismo y moral es hablar de dos conceptos irreconciliables; la ética del capitalismo es algo inexistente por cuanto, de existir, el mundo no andaría como está hoy, con más de la mitad de su población bajo la línea de pobreza, sin la debida atención en salud, sin educación y sin perspectivas de una vida decente.
Sin embargo el sistema económico capitalista vigente, por su propia conservación no puede seguir por la ruta que trae, la derivada del modelo único, pues camina hacia su propia destrucción. Aparece, por ello, la necesidad de construir alternativas que permitan el desarrollo social en condiciones deferentes, más equitativas, más humanas que permitan ser defendidas y promovidas desde estrados que buscan la plena realización del hombre.
En esta misma vía se está desarrollando la perspectiva de la ética empresarial. Así como se cuestiona la ética del capitalismo, se pone en duda la posibilidad de la existencia de una ética de la empresa. Suele entenderse que la empresa se rige por la racionalidad estratégica, en busca de la máxima ganancia sin importar los medios para lograrlo, en tanto que la ética se dirige por la racionalidad comunicativa, soportada en normas morales que velan por los intereses de los afectados. La materialización de la ética del capitalismo pasa por el desarrollo de una ética de la empresa, por ello es necesario construir un puente entre estos dos importantes aspectos de la vida social. Esto implica superar un conjunto de obstáculos derivados de la desconfianza del empresariado en el tema ético y de la actitud que la misma sociedad tiene respecto del comportamiento empresarial.
El empresario medio piensa que para hacer negocios es preciso olvidarse de la ética común y corriente, porque los negocios tienen sus propias reglas del juego, regidas por una ética propia; cree que la misión de la empresa es la de maximizar la ganancia por cualquier vía, en la medida en que cumpla con los preceptos legales vigentes en el entorno en el que desarrolla sus actividades. Su máxima ley es la del libre mercado[11].
No se tiene claro si cuando la sociedad reclama mayor ética en los negocios, está aludiendo a una necesidad, o más bien está tranquilizando su mala conciencia dando la apariencia de que la ética le parece fundamental en la empresa, igual que en otros espacios de la vida ciudadana, por que está de moda. Puede incluso pensarse que imponer un comportamiento ético, de origen polivalente, aquél que valida toda acción con algún argumento maniqueo, puede ser una estrategia para sostener un estado de cosas que le conviene a cierto sector de propietarios, los empresarios, con lo cual se adormecería el reclamo social.
Por otra parte, también existe un obstáculo en el concepto que el ciudadano común tiene de la ética, como un conjunto de mandatos que deben ser cumplidos sin atender ni a las circunstancia en el que el sujeto debe actuar, ni a las consecuencias que previsiblemente se seguirán de la actuación. Quien obra en contra de esos mandatos, se piensa, actúa en forma inmoral. Y como el empresario se encuentra en muchas ocasiones entre el deber de cumplir esos mandatos morales y el deseo de obtener beneficio, podrá obrar moralmente en su vida familiar, pero no en la empresa. Con lo cual no es posible ser empresario y obrar moralmente bien, por lo que tampoco tiene sentido hablar de un ética empresarial.[12]
Para superar estas dificultades se propone el desarrollo de una ética de la empresa que esté soportada en una ética de la convicción y una ética de la responsabilidad, a la manera weberiana, fundamento que orientaría la acción empresarial en consideración tanto de los medios como de los fines éticamente válidos. Esta perspectiva caza con la de la ética discursiva, a la manera de Apel, orientación que propone “que a la hora de actuar es preciso mediar la racionalidad comunicativa con la estratégica; es decir, que es preciso considerar a cuantos intervienen en la actividad empresarial (directivos, trabajadores, consumidores, proveedores) como interlocutores válidos con los que es preciso relacionarse comunicativamente, de suerte que se respeten sus derechos e intereses, pero a la vez es necesario recurrir a estrategias para tratar de alcanzar el fin de la empresa, que es la satisfacción de necesidades sociales a través de la obtención del beneficio. Cómo articula en los casos concretos ambos tipos de racionalidad es cosa que la ética empresarial no puede precisar a priori. Su tarea consiste en dilucidar el sentido y fin de la actividad empresarial y en proponer orientaciones y valores morales específicos para alcanzarlo; las decisiones concretas quedan en manos de los sujetos que tienen que ser responsables de ellas y, por tanto, no pueden tomarlas sin contar con el fin que se persigue, los valores morales orientadores, la conciencia moral socialmente alcanzada y los contextos y consecuencias de cada decisión.”[13]
La orientación hacia una ética empresarial de nuevo cuño arriba reseñada se desarrolla en la vía de la responsabilidad social de las empresas, si bien no existe en este sentido una única concepción de responsabilidad social, pasando desde la consideración de la maximización del beneficio económico como único norte empresarial, con lo cual se considera que ya ha cumplido su fin social, hasta aquella posición que concibe a la empresa como una célula de la colectividad, a la que se debe con preferencia sobre los demás objetivos. Es esta última referencia, la responsabilidad de la empresa como célula de la colectividad, que ha de cumplir una funciones y asumir unos deberes sociales claros, es decir, la toma de decisiones morales, la orientación de la nueva ética empresarial.
Adoptar una orientación ética respetable, moralmente defendible, es una garantía para la existencia y desarrollo de la empresa y con ella del mismo sistema económico y social. El mundo actual está mediado por la empresa y cada vez más representado por la gran empresa. Paulatinamente la empresa transnacional se va apoderando de los mercados de recursos y productos de consumo final más allá de las fronteras de sus países de origen, actuando, como decíamos arriba, como si tuvieran patente de corso. Tal conducta debe ser denunciada y moralmente condenada. Esta nueva perspectiva de comportamiento moral empresarial garantiza su desarrollo como entidad productiva, a la vez que posibilita la coexistencia de los diversos entornos en condiciones dignas para las diversas colectividades participantes.
Por ello no se escapa de esta perspectiva que la responsabilidad empresarial va más allá de la individual, se manifiesta como un deber hacia la colectividad, con lo que los efectos que sus actos conlleven, deben ser asumidos y debidamente tratados en beneficio del bienestar social, sean de tipo económico, ecológico, laboral, etc.
De aquí se desprende que uno de los postulados de la ética empresarial es la del respeto a las diferencias, a las condiciones jurídicas y legales que adoptan los diversos países para regir su vida colectiva. Esto, por supuesto, se opone a las orientaciones del modelo único, que trata de imponer, a través de los organismos que lo agencian, unas comunes condiciones normativas que hagan posible el tránsito de la riqueza hacia las arcas del gran capital. El nuevo panorama que se puede derivar de las condiciones éticas antes anotadas, debe contemplar preceptos que garanticen el desarrollo económico autónomo de las diversas colectividades, a partir de la actuación de los múltiples actores, la empresa entre ellos, con base en una reglas del juego diferentes, que posibiliten la construcción productiva de riqueza y de equitativa distribución.
Como hemos dicho en diversos apartes de este documento, las propuestas de cambio en el comportamiento tanto del sistema económico como del empresarial parecen estar fuera de tono dado el tremendo dominio que de la economía internacional detentan las empresas transnacionales y sus respectivos países de origen. Sugerir un cambio en la estrategia de un contendiente que está ganando el combate parece lo más inoportuno y fuera de lugar. De aquí que el tema de la ética del capitalismo y de la empresa parece más un interés de diletantes académicos que sueñan una realidad más justa, jugando idealmente a reformar el actual sistema económico, que una posibilidad real. Sin embargo, la otra cara de la moneda, la realidad de los países subdesarrollados, del tercer y cuarto mundo, es un testigo que no puede y no debe ignorarse por una sociedad que se tenga como democrática y, moralmente justa. Por ello no dudamos en citar los aportes de estudiosos de este nuevo reclamo ético, que en alguna medida nos ofrece una perspectiva de solución al problema aquí analizado.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario