jueves, 9 de junio de 2011

ANTECEDENTES Y ORIENTACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES DE CONTABILIDAD


La actividad económica tradicionalmente ha vivido procesos dinámicos de desarrollo, en los que el intercambio comercial de los productos entre los diferentes países ha sido una constante desde tiempos inmemoriales. Tal dinámica ha constituido históricamente un factor de progreso de las relaciones internacionales y motor de la intercomunicación marítima, terrestre, aérea, telegráfica, telefónica, etc., que han permitido la materialización de la denominada “aldea global”.
Estas experiencias han ampliado los entornos de acción de las entidades y agentes económicos, lo que ha implicado que la información contable haya superado también las fronteras nacionales, con lo que su contenido es de interés no sólo para los usuarios del país de origen de la empresa que la construye sino también fuera del mismo. De esta forma, surge la necesidad de que la información elaborada en un determinado país sea usada por interesados de distintos países, es decir, se plantea la utilización internacional de la información contable.
Estamos en presencia de una dinámica internacionalizadora y transnacionalizadora de la actividad económica y financiera que lleva consigo la aparición de actuaciones por parte de la empresa y de los agentes económicos relacionados con ésta, que transcienden el entorno local e implican la proyección de la información contable a un ámbito supranacional, a través de las cuales se afecta la tradicional forma de producción y asignación de la riqueza, pues se está promoviendo la adopción de ciertas reglas del juego (normas o estándares contables) orientados a fines que no son neutrales, es decir sirven a determinados propósitos de crecimiento, expansión, distribución y apropiación.
La principal solución que se ha arbitrado hasta la fecha para paliar los problemas de la diversidad contable internacional, en la búsqueda de información comparable, ha sido la convergencia en los métodos de elaboración y presentación de la información entre los distintos países; esto es, lo que se ha venido en denominar armonización contable internacional. Otros han propuesto la simple adopción de las normas o estándares internacionales promovidos desde las barreras del interés privado representado en las grandes empresas transnacionales.
Por armonización se entiende el proceso de adaptación de las normas nacionales a las internacionales, manteniendo ciertos contenidos apropiados para dar cuenta de los intereses propios del ámbito jurídico y económico del entorno particular, con lo que se preserva un alto grado de independencia y discrecionalidad en los procesos informativos contables adecuados para cualquier sistema político que pretenda adelantar acciones autónomas en pro del desarrollo social.
Por adopción normativa se entiende la decisión de eliminar todo el contenido regulativo nacional concerniente a una temática, en este caso la contable, y en su reemplazo validar como un todo la normativa internacional.
En esta perspectiva surge una pregunta fundamental. Dado que la norma o estándar contable es un vehículo para materializar la distribución de la riqueza social (producida o natural), respondiendo a políticas económicas predeterminadas ¿a quién favorece la adopción, por Colombia, de las Normas Internacionales de Contabilidad?
Para responder a esta pregunta vamos a hacer un recorrido sucinto por los derroteros seguidos por la normatización internacional contable para concluir con un análisis global de la orientación económico financiera de las NIC adoptada inicialmente y la establecida a partir de su reciente reestructuración.
4.1 Organismos armonizadores de alcance mundial
a) De carácter público
Los intentos mundiales de armonización contable de carácter público provienen de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
b) De carácter profesional
Los principales esfuerzos a nivel mundial de armonización contable de carácter privado, tanto desde la óptica de la elaboración de información financiera, como de su revisión o auditoría, han sido desarrollados por dos organismos que aglutinan a profesionales de los distintos países: la Federación Internacional de Contadores (IFAC) y el Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad (IASB).
 
4.2 Origen y estructura actual del IASC (IASB)
El IASC (IASB) fue creado en 1973 con participación de 10 países, Alemania, Australia, Canadá, EE.UU., Francia, Holanda, Japón, Reino Unido, Irlanda y México y ha emitido 41 normas hasta el momento (Agosto de 2002).
Sus objetivos son:
a) formular y difundir, buscando el interés público, normas contables que sean observadas en la presentación de los estados financieros, así como promover su aceptación y observación en todo el mundo.
b) Trabajar, en forma general, para la mejora y armonización de las regulaciones, normas contables y procedimientos relacionados con la presentación de estados financieros.
El IASC (IASB) está apoyado y financiado por diversas organizaciones entre las que destacan las grandes firmas de auditoría así como importantes corporaciones financieras y de la producción de talla transnacional. Profesionalmente está soportada por la IFAC (Federación Internacional de Contadores Públicos), y por sus organizaciones gremiales asociadas.
Las actividades del IASC (IASB) estaban hasta el 2001 gestionadas por un consejo compuesto por representantes de organizaciones profesionales contables de 13 países, que eran elegidos por periodos de dos años, principalmente de países desarrollados. El consejo incluía entre sus miembros, representantes de diversos organismos financieros y en calidad de observadores, se admitían representantes de la Unión europea, del FASB, del IOSCO[14]. y de la República de China.
A partir de abril de 2001 existe una nueva estructura del IASC (IASB). La nueva estructura contempla dos organismos principales, una junta o consejo de dirección (Board) y una junta de fideicomisarios (Trustees), así como un comité de interpretaciones (Standing Interpretations Committee) y otro para el desarrollo de estándares (Standards Advisory Council).
Esta reestructuración estuvo motivada por los cuestionamientos a su estructura organizativa que se consideraba poco apropiada para un organismo de la talla del IASC, con influencia mundial en lo relativo a la regulación contable.

De este modo, en septiembre de 1996 se creó, a instancias del IASC, el Strategy Working Party, con objeto de revisar la estrategia a seguir tras completar su programa de trabajo en 1999 y entre cuyos objetivos se encontraba el de proponer una nueva estructura.

Este grupo de trabajo publicó en diciembre de 1998 el documento Shaping IASC for the future, que fue aprobado finalmente por el IASC el 30 de noviembre de 1999. En él se precisan sus nuevos objetivos en los siguientes términos:

• Desarrollar normas internacionales de contabilidad que generen información de alta calidad, trasparente y comparable que ayude a los participantes en los mercados de capitales y a otros a la adopción de decisiones económicas.

• Promover el uso de las normas internacionales de contabilidad trabajando con reguladores nacionales (provocando así la convergencia de los criterios internacionales y las normas nacionales).

Es importante resaltar el cambio de orientación del IASC adoptada a partir de la reestructuración, cuando se establece decididamente colocar su actividad al servicio de los participantes en los mercados de capitales, así como su dedicación a lograr la armonización internacional de la norma contable.

Se acuerda trabajar conjuntamente con los organismos reguladores nacionales, solicitar a éstos que evalúen si las NIC son válidas para las PYMEs, continuar con el estudio de las necesidades contables de los países en vías de desarrollo, trasladar a los organismos reguladores nacionales y auditores el control del cumplimiento de las NIC, revisar el sistema de financiación y modificar la estructura del IASC.

Como primer paso en la aplicación de esta nueva estructura, el 17 de diciembre de 1999 el IASC aprobó los miembros del Comité de Nominación que debían designar a los Trustees (Fideicomisarios). En marzo de 2000 el Consejo aprobó la nueva Constitución del IASC; posteriormente, en junio de 2000, el Comité de Nominación creado al efecto designó al grupo de Fideicomisarios (Trustees). A partir de ese momento se ha venido conformando la nueva estructura que es operativa desde los primeros meses del año 2001. Unido a ello, el IASC cambió de denominación, pasando a llamarse International Accounting Standards Board (IASB).  

4.3 Etapas en la de emisión de normas[15].

El IASC (IASB) ha desarrollado su actividad en un entorno mundial agitado, que ha influido en la reorientación de sus objetivos. De ahí que pueden distinguirse por lo menos tres etapas en su actividad, así: Una primera etapa signada por la permisibilidad en el contenido normativo; otra caracterizada por la disminución de la discrecionalidad y, finalmente, la étapa actual marcada por la gran influencia de la IOSCO, así como de la SEC (Security Exchange Comisión) estadounidense.  

4.3.1 Etapa de normas flexibles.

La primera etapa de actuación del IASC se caracterizó por la gran flexibilidad de las normas propuestas, las cuales contenían recomendaciones que respaldaban diversas alternativas para contabilizar un hecho contable. De alguna manera se interpreta esta tendencia como una vía para abarcar las variadas costumbres contables observadas en los países y culturas objeto del proceso de regulación internacional. A pesar de tal intencionalidad esta circunstancia fue criticada por profesionales y académicos, que acusaban a la gran opcionalidad de procedimientos como la causa del fracaso del intento de armonización ya que la labor del IASC no fue todo lo exitosa que se esperaba.

Por ello, a fines de los 80 el IASC realizó un estudio tendiente a determinar la aceptación que las NIC habían tenido por parte de los últimos organismos reguladores, así como de las empresas afectadas. Aunque el grado de aceptación fue calificado como reducido, la actitud que se detectó fue positiva para la continuación de la labor armonizadora.  

4.3.2 Intento para disminuir la discrecionalidad.

A partir de 1988, con la intención de disminuir la elevada flexibilidad de la NIC, el IASC adelantó un trabajo investigativo orientado a dotar a la norma internacional contable de un marco conceptual que sirviera como elemento cohesionador de su contenido, en la perspectiva de servir de soporte a las decisiones de todos los posibles usuarios de la información contable en el contexto internacional.

La metodología seguida hasta ese momento era de índole fundamentalmente descriptiva o inductiva, cuyas fuentes eran las prácticas contables más depuradas adoptadas por empresas trasnacionales en entornos de reconocido prestigio contable internacional y que estuvieran avaladas por los organismos de base del IASC, entre ellos fundamentalmente IOSCO y las firmas transnacionales de auditoría. Sin embargo la fundamentación conceptual estaba ausente. La adopción del marco conceptual como referente determinaba un importante viraje hacia una metodología de tipo deductivo, orientada por unos objetivos contemplados en el marco, lo que dotaba a la norma contable de un derrotero previamente determinado.
 
4.3.3 Reorientación de las NIC a partir del convenio IASC-IOSCO.

La dinámica de la política económica de los grandes mercados de valores y de los países desarrollados en la última década, ha ocasionado un desfase en los contenidos del marco conceptual propuesto y aceptado en abril de 1989, y los contenidos de las normas que de alguna forma dieron más importancia a las prácticas aplicadas por las empresas que a las directrices establecidas en el marco. Así mismo se ha reorientado el objetivo principal de las NIC, que contemplaba, en un principio, servir por igual a todos los usuarios de la información contable en el plano internacional. Hoy por hoy tal filosofía ha cambiado por la de suministrar información de calidad a los participantes en los mercados de capitales. Esta última dirección ha influenciado, a partir del convenio IASC-IOSCO, la orientación del contenido de las NIC en general, lo que ha producido un desfase con el contenido del marco conceptual.

El convenio IASC-IOSCO es de vieja data, pues tiene sus primeras manifestaciones en 1987 cuando suscribieron un compromiso para adelantar tareas conjuntas. Se creó un Comité de Comparabilidad, que daba alta prioridad a la reducción o eliminación de alternativas de tratamientos contables. En 1989 publicó el estudio E32, Comparabilidad de los Estados Financieros, lo que representaba la culminación de la primera etapa de ese compromiso.

Respecto a los hechos relacionados con el convenio de estas dos entidades, se anota en el libro sobre Normas Internacionales de Contabilidad, como logros del IASC lo siguiente: “En 1995 el IASC acordó con IOSCO desarrollar un conjunto de ‘normas esenciales’, que fueron identificadas en una lista confeccionada por la IOSCO en 1993. Si el núcleo completo de normas, una vez desarrollado, satisfacía la IOSCO, esta consideraría el apoyo a las NIC para cubrir los propósitos de obtención de financiación en mercados extranjeros y para conseguir la cotización en todos los mercados mundiales. A lo largo de 1998, el IASC completó el resto de los proyectos importantes en el plan de trabajo para desarrollar las normas esenciales. Éste fue un evento de importancia histórica para los usuarios y para los elaboradores de los estados financieros. Los sucesos recientes producidos en los mercados financieros mundiales han demostrado la necesidad de mejoras inmediatas de la contabilidad en todo el mundo. ... Junto con otros interesados, la IOSCO ha enviado comentarios al IASC sobre cada uno de los proyectos en curso. Así IOSCO ha comenzado su evaluación de si las normas esenciales le pueden permitir apoyar al conjunto de normas en desarrollo. En octubre de 1998, una declaración conjunta de los ministros de finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de los países del G7, pidieron a la IOSCO que ‘llevara a cabo la revisión oportuna’ de las normas esenciales.”[16]

Al respecto del convenio IASC-IOSCO anota el profesor José Antonio Laínez[17]: ”Completada en noviembre de 1993 la revisión de las normas incluidas en el Proyecto de Comparabilidad, ambos organismos llegaban en julio de 1995 a un importante acuerdo en el desarrollo de las NIC. El IASC se comprometía a completar hasta mediados de 1999 el cuerpo básico de normas contables (core standards), consistentes y de alta calidad, identificadas por la IOSCO en una lista de 1993. En el mismo, la IOSCO se comprometía a recomendar a finales de 1999 las normas emitidas por el IASC en las bolsas de valores internacionales, siempre que dieran respuesta a una serie de cuestiones contables claves recogidas en las core standards. A partir de esa fecha[18] el IASC puso en marcha un plan para acelerar el proceso de emisión de las normas que dieran respuesta a las core standards. Superada la última gran dificultad como fue la aprobación de los criterios de reconocimiento y medición de los instrumentos financieros, en febrero de 1999 se aprobó la NIC 39, con lo que quedó completado el programa. Seguidamente la IOSCO inició la evaluación de este núcleo básico de NIC para identificar aquellas normas que podían ser aceptadas por los mercados de valores. El 17 de mayo de 2000, la IOSCO completó su evaluación e hizo pública una recomendación a sus miembros para que permitieran a las empresas que allí cotizan la publicación de su información según 30 NICs. Esto es, aceptó todas las NIC vigentes, excepto la NIC 15 «Información para reflejar los efectos de las variaciones en los precios», que no es obligatoria, las NIC 26 «Contabilización y presentación de informes financieros de los planes de pensiones por jubilación» y 30 «Información a suministrar en los estados contables de bancos y establecimientos financieros similares», que tienen una aplicación limitada a cierto tipo de empresas, y la NIC 40 «Inversiones inmobiliarias», que fue aprobada en marzo de 2000. No obstante la IOSCO considera que dichas NIC deben ser completadas cuando sea necesario, considerando las circunstancias nacionales o regionales, en clara alusión a la UE. Finalmente la IOSCO ha previsto examinar a sus miembros a finales del 2001 para comprobar la forma en que han avanzado para permitir a las empresas que cotizan en dichos mercados el uso de las NIC sujetas a los tratamientos adicionales mencionados. Igualmente la IOSCO espera continuar colaborando con el IASC en proyectos futuros y en la solución de los problemas que vayan surgiendo”.

Se desprende de las dos extensas citas precedentes la tremenda influencia que sobre la orientación de las NIC ha alcanzado la IOSCO, que como representante de las Comisiones de Valores y Bolsa del mundo, entre ellas las de los países más influyentes y desarrollados, tiene una filosofía netamente capitalista, de orientación marcadamente neoliberal, por ello la revisión de la NIC se dirigió a la aplicación de criterios que reflejaran el interés de las organizaciones empresariales y estatales más influyentes en los mercados de valores.  

4.4 Análisis crítico a la orientación del IASC.

La actividad contable en el plano internacional indudablemente ha adquirido cada vez más importancia y es considerada como un tema clave en todos los procesos integracionistas en el plano económico y financiero que se adelantan a lo largo y ancho del mundo actual.

Si el desarrollo económico de los países fuera equilibrado, los objetivos del modelo contable agenciado desde organismos de regulación internacional seguramente no tendrían cuestionamientos de fondo por parte de los países y de las organizaciones afectados. En esas condiciones quedarse al margen de la adopción de tales criterios significaría el rechazo de una alternativa de presentación ante los mercados internacionales y, por ende, la pérdida de oportunidades de desarrollo económico para la nación en cuestión.

Tal es la experiencia de la Unión Europea, cuyo proceso iniciado en la década de lo 60 se ha constituido en un modelo para los intentos y realizaciones integracionistas de otras latitudes. Esa experiencia se convirtió en jalonadora del desarrollo en múltiples aspectos socioeconómicos para los diversos países participantes y hoy por hoy, cuarenta y más años después, nos muestra a una región con economías poderosas, con políticas de desarrollo similares y con una moneda única cuyo poder adquisitivo se ha equiparado con el dólar y amenaza con desplazarlo como moneda patrón de las operaciones internacionales.

Situación diferente se presenta cuando los niveles de desarrollo socioeconómico, con sus elementos como el desarrollo tecnológico, industrial, de servicios, científico, educativo, etc., es absolutamente desigual como los que se presentan entre los países del primer mundo comparados con los del tercer y cuarto mundo. Las lecciones vividas últimamente como resultados de la imposición del modelo único, ya comentadas en acápites anteriores, demuestran que el proceso integracionista global sin la debida preparación constituye, para los países débiles, el derrumbe de cualquier nivel de desarrollo alcanzado y la pérdida de valiosos recursos fruto de décadas de trabajo, en beneficio de las economías más poderosas.

Naturalmente la más positiva respuesta a la presencia y trabajo del IASC fue encontrada en los países desarrollados, origen y asiento de grandes corporaciones transnacionales donde la profesión contable estaba regulada por organismos profesionales no estatales y con gran influencia de esas mismas empresas. Sin embargo no han faltado las descalificaciones a su labor así como a la necesidad de su existencia.

Una de las críticas más acerbas al IASC estuvo motivada por la excesiva participación en sus organismos de dirección, de países desarrollados, quienes en calidad de fundadores, en un principio, se reservaron la mayoría de escaños en los cuerpos directivos de la institución reguladora. Tampoco ha sido de buen recibo la marcada actividad orientada a promocionar la visión de la profesión contable anglosajona, con Gran Bretaña y EE.UU. a la cabeza. Igual énfasis se le ha dado al comentario contra la presencia permanente de los intereses de empresas transnacionales financieras y de la producción, así como de sus orientaciones al servicio de los intereses de las grandes firmas de auditoría.

El cambio de dirección, adoptada con la reestructuración, concede la razón a las críticas sobre la ausencia de imparcialidad en sus políticas y actuaciones, ya que esta nueva orientación no es ninguna garantía para el mantenimiento de los modelos informativos que pretendan alcanzar objetivos diferentes que los adoptados por las entidades que juegan sus intereses en los mercados internacionales.

Todo lo anterior supone la ausencia de neutralidad política del IASC que le ha merecido ser descalificado como organismo regulador de los procesos informativos económico-financieros que afectan los intereses de las empresas, los mercados y en general de las economías de los países que se someten al proceso armonizador.

Sin embargo en el caso de Colombia no faltan los agentes oficiosos que acuden en defensa incondicional de la labor del IASC, que tratan de acallar estas críticas y de hacer ver en tales posiciones la visión de dinosaurios retardatarios, voceros de sistemas caducos de regulación contable que con sus oposición a las nuevas metodologías de información y control, lo único que lograrán será el retraso económico y social del país, que con la adopción de normas modernas de información financiera y la desregulación total de su economía entrará triunfante por la senda del desarrollo económico y la justicia social, desconociendo la profunda crisis en que se debate la mayoría de países subdesarrollados que han aceptado o han sido sometidos a estas condiciones económicas internacionales.  

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